Estamos viviendo tiempos de cambios, anteriormente cuando teníamos un problema simplemente decidíamos de una vez según nuestro criterio, según la experiencia de cada quien, hoy , nos aseguramos de tomar mejor las decisiones, investigamos como lo solucionan en otras partes del mundo, comparamos alternativas, observamos el problema en si, pero también observamos todo lo que ocurre a su alrededor, todo lo que puede influir en nuestra decisión, por experiencia propia y por sugerencia de otros.
Pero lo primero que debemos hacer es identificar el problema, no lo que creemos que es el problema adornándolo con nuestras emociones.
Para poder definir bien el problema , describamos cuál es el problema. Esto nos quitará a nosotros mismos la subjetividad.
Si no estamos satisfechos con lo que encontramos, con la única posible solución, aún en estos momentos, debemos ahorrar tiempo, esfuerzo y plantear otras alternativas de soluciones. No encasillarnos.
Así como muchas personas tienen un problema para cada solución, nosotros debemos valorar las partes positivas como negativas de cada alternativa de solución.
A lo mejor la solución ideal no se adapta a tu entorno, es por esto que debemos reflexionar sobre la decisión que vamos a tomar y pensar si resultaría ser la mejor para nosotros.
Por último, pero no menos importante, una vez tomada la decisión
¡ Pongámosla en práctica !
